De Terranova a Rio
Desde hace siglos, el medio marino ha condicionado la vida en el País Vasco, llegándose a confundir trabajo y ocio.
Uno de los deportes vascos más populares, las regatas de traineras, tiene sus orígenes en la actividad pesquera, cuando los cazadores de ballenas y los prácticos de los puertos competían a remo partido, los unos por llegar los primeros al animal y ganar el derecho de darle caza, y los segundos por hacerlo al barco que debían guiar para entrar a puerto. De la necesidad nació la virtud.
La evolución de Castro ha sido similar: de diseñar y fabricar productos para las navieras pesqueras, pronto evolucionaron hacia el mundo de la náutica y el deporte. Aquellas boyas y flotadores que habían sido testadas en el muy exigente contexto industrial, pasaron a formar parte, con las adaptaciones pertinentes, al de la navegación lúdica, llegando incluso a estar presentes en pruebas deportivas de las recientes Olimpiadas de Rio 2016.